Nombre para un operadora de telefonía móvil
El briefing: «Vamos a montar una operadora de telefonía pequeña y nos gustaría tener un nombre y una imagen que nos ayudara a destacar. Compramos los minutos a una grande a un precio más bajo y los revendemos.»
La reflexión: Esta vez poca. Enseguida nos dimos cuenta de que restándole la t a la palabra telephone obteníamos algo más que un nombre que suena a telefonía, y que ganábamos una mascota: en elefante, ¿casualmente? el animal con las orejas más grandes del mundo. Orejas, telefonía, mascota, sonaba muy bien y daba juego. La p podía ser la trompa. Las tarjetas podían tener orejas.
Fueron un éxito. Los clientes no se las metían en el bolsillo, se metían ellas solas. Tarjetas que construyen marca o más difícil todavía: tarjetas que construyen marca sin mensaje. Tuvimos que repetirlas muchas veces, ¡se nos han vuelto a gastar! nos decían una y otra vez. Un año después Elephone fue absorbida por otra empresa más grande y desapareció. Malditas tarjetas.
Para la identidad corporativa elegimos una tipografía redonda (amable, humana, cercana), dos colores que no existían en telefonía (Orange no había llegado a España) y le pusimos todo el cariño con la única intención de que la gente, nada más verla, practicara el boca-oreja.
En Navidad, más que felicitar a sus clientes, les facilitaron. La vida. Con este pliego de papel de regalo conseguimos que comunicaran el valor más importante, el ahorro, y resto de valores de la marca.
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Dirección de Arte: Borja de Arteaga